La Cueva del Lobo, cuenta con su propia bodega para la elaboración de sus vinos naturales. Esta bodega se encuentra a pocos metros del restaurante.

Se trata de una Bodega de origen árabe, en la que a lo largo de los siglos se elaboraron vinos.

Elaboración del vino 

Tipos de Uva:

TEMPRANILLO

GARNACAHA

MALVAR

Viñedos: En vaso 

El vino natural es elaborado a partir de las uvas procedentes de viñedos propios de La Cueva del lobo, estos viñedos o majuelos se encuentran en la vega del Jarama, por lo que el vino es un fiel reflejo de la tierra de la que procede. Para su elaboración se siguen aplicando métodos ancestrales utilizando solamente productos naturales.

El  vino es obtenido con el mínimo de intervención posible, tanto en el cultivo del viñedo y la obtención de las uvas como en el proceso de elaboración en bodega y su transformación en vino.

La artesanal recolección, pisado y cuidados que se realiza, y la escasez e incluso inexistencia de productos químicos, dotan a este vino de agradables sabores y aromas. Estos vinos los elaboramos de forma tradicional  en tinajas de barro, tornando después al almacenamiento en pequeños depósitos de acero. 

Después de despalillar y estrujar de forma generosa, comienza la fermentación y se vinifican en contacto con los hollejos.

Dependiendo de la graduación de la uva, la fermentación suele durar entre quince y veinte días.

Al ser envases abiertos y no excesivamente grandes, utilizamos el sistema de mecer el vino o bazuquearlo que consiste en, normalmente una dos veces al día, empujar hacia abajo las uvas estrujadas que están cociendo y van subiendo hasta la superficie con un mecedor o bazuqueador  ( palos de madera con diferentes formas). Este proceso se deberá repetir hasta que el vino esté hecho.

En este momento la madre o casca (hollejos, pepitas y residuos sólidos que quedan tras el prensado) se habrá depositado en el fondo de la tinaja. Esto indicará que el vino ha terminado su proceso de cocción. Después de fermentar se trasvasa el vino a depósitos de acero. Coincidiendo con los días de más frío de diciembre y enero se realiza un primer trasiego, para terminar realizando otro trasiego en los meses que empiezan a subir las temperaturas y así almacenar el vino en las cuevas de la propia bodega, donde se mantendrán en condiciones optimas de humedad y temperatura.

Beber vinos naturales es tomar vinos con paisaje y alma.